A principios de 1955, Chrysler lanzó al mercado el nuevo modelo 300, iniciando con el una serie de automóviles completamente nueva. El 300 fué concebido para competir con los exitosos modelos Cadillac y Packard.
Al Chrysler C300 se le considera el primer automovil deportivo. Su motor era un Hemi V8 de 5.425 cc con dos carburadores de cuádruple cuerpo y un árbol de levas especial para competición, amortiguadores sólidos y dos tubos de escape de gran diámetro. Todo ello ayudaba a aumentar su potencia hasta los 300 CV. No sólo su motor era especial, su transmisión automática Powerfitte proporcionaba un cambio de marchas suave mientras que la suspensión, muy dura, complementaba a los neumáticos de carreras Blue Streak y ayudaba a que el coche mantuviese un buen agarre a la carretera.
El C300 fue un coche para compradores selectos, vendido en series limitadas, y que sólo se ofrecía en color negro, rojo o blanco. Su interior de serie estaba tapizado en piel y el coche sólo podía adquirirse como un dos puertas de techo duro. En 1957 el motor del 300 fué dotado de un sistema de inyección de gasolina, una novedad para automoviles de esta gama.
Como detalle curioso de este potente vehiculo, señalar que carecía de espejos retrovisores en las puertas. Esto es debido a que se suponía que el dueño de un Chrysler 300 debía estar tan atento a lo que tenía delante en la carretera que no tendria ocasión de mirar hacia atrás. En parte esta idea era correcta ya que el C300 era un coche lo suficientemente rápido para ganar los títulos NASCAR Grand National y el AAA de coches de carreras.
Cilindros: 8 en V
Cilindrada: 5.400 CC
Potencia: 300 CV
Valvulas: 16
Posición del motor: delantera
Eje motor: trasero
Refrigeración: por agua
Velocidad máxima: 206 km/h
Unidades fabricadas: 1.725
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